El proceso de la deglución implica diversas estructuras independientes (boca, faringe, laringe, esófago) que deben coordinarse gracias a estímulos nerviosos para actuar de forma secuencial e independiente permitiendo la ingesta de alimentos y protegiendo la vía aérea.

La disfagia orofaríngea se define como la dificultad de realizar ese proceso o bien que genere alteraciones como molestias, interrupciones o comprometer el aparato respiratorio.

Este síndrome presenta una elevada morbimortalidad asociada y su prevalencia en los ancianos fundamentalmente implica un impacto severo en la capacidad funcional y calidad de vida de estos pacientes.

El correcto diagnóstico y tratamiento requiere un enfoque multidisciplinar, individualizando en lo posible la actitud terapéutica, siguiendo las recomendaciones de práctica clínica en base a la evidencia más actualizada.

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